lunes, junio 11, 2007

Miss Champú


¿Hay algo más sospechoso que la publicidad del shampoo o champú? Si claro que hay cosas más oscuras. Pero hoy riego mis dudas en la televisión y lo que nos lava el cabello, elemento vital de la belleza femeina. Recuerdo cuando aparecía en televisión Sonia Braga peinándose su pelo largo, moreno, brilloso, que tenía gracias a las bondades de no sé cuál marca de champú. O Farah -Angel de Charlie- Fawcett cuyo pelo rubio brillaba y brillaba lleno de ondas y volúmen. Yo me quería parecer a la rubia ésta pero siempre he tenido un 10% de las cabelleras que aparecen por televisión. Dos cagonas y delgadas mechas que no aumentan de volúmen con nada.
La publicidad de champú te hace creer que te lavas la cabeza con esa o esa otra marca y saldrás como de la peluquería. Cuando lo que hace realmente el champú es lavarte la cabeza, sacar espuma y ahí quedas... con el pelo mojado y con todo el tiempo para experimentar el brushing con tu secador. Yo nunca he podido imitar el lavado de pelo y peinado que te hace el peluquero. No tengo toda esa cantidad de cepillos redondos, pinzas o secadores 2.0 Tampoco los champúes con ultra vitaminas. ¿Hay alguien que pueda quedar igual que en una peluquería igual pero en su casa?

La publicidad de champú es bien rara: los que te prometen el pelo más terso terminan siendo los champúes más plásticos y malos. Los que te prometen terminar con la caspa suelen ser los que te generan más, los que te auguran más volumen son los que te dejan con la cabeza más chata, los que te juran de guata más rulos y frizz, los peores. Parece que los mejores champúes son los mas piolas o los que no te juran nada. Porque a final de cuentas un líquido producido industrialmente para millones de mujeres no puede cambiar lo que la genética le da a cada una.